¡El Mes Nacional de la Salud de los Gatos ya está aquí! Febrero es el momento perfecto para que los dueños de mascotas se concentren en el bienestar de sus gatos. Y mientras celebramos este mes, compartiremos algunos consejos para ayudar a su gatito a vivir una vida feliz y saludable.
Como padres cariñosos de gatos, es inevitable que queramos que nuestros gatos reciban el mejor y más adecuado cuidado. ¡Todo esto comienza por asegurarnos de que sean lo más felices y saludables posible!
De vez en cuando, asegúrate de realizar un examen minucioso de tu gato para asegurarte de que se encuentra en perfecto estado de salud. ¡Y KittyNook te ayudará con esto! Si sigues nuestra lista de verificación y recomendaciones, tendrás la oportunidad de detectar los primeros signos de enfermedad, lo que significa que puedes buscar tratamiento lo antes posible, si es necesario. Este blog no te ayudará a mantener a tu gato en buena forma. Además, te permitirá pasar más tiempo de calidad con tu amigo felino.
Vamos a repasar la lista juntos, ¿vale?
1. Orejas
Las orejas de los gatos son muy delicadas, por lo que deben tratarse con cuidado. Las orejas de tu mascota deben estar siempre limpias, sin ninguna secreción espesa o cerosa; no deben presentar ninguna inflamación ni mal olor. Si tu felino tiene el pelo corto o las puntas de las orejas blancas, considera aplicarle una pequeña cantidad de protector solar para protegerlo de las quemaduras solares (que pueden causar cáncer de piel) en días calurosos o soleados.
Si su gato siempre sacude la cabeza o se frota la cara más a menudo de lo habitual, llévelo al veterinario para que le haga un examen exhaustivo de los oídos.
2. Ojos
Los ojos de tu felino deben ser intensos y claros, sin signos de lagrimeo, dolor o malestar. Tu mascota no debe entrecerrar los ojos ni rehuir la luz. Si notas que comienza a chocar con objetos de repente, llévalo al veterinario para que lo examine.
3. Nariz
La nariz de tu felino debe estar suave y un poco húmeda al tacto. El sangrado, la secreción, la formación de costras o los estornudos excesivos son indicadores de que algo no va bien. Esto es especialmente importante si además sus ojos gotean un poco, ya que los felinos son susceptibles a la gripe. Lleva al gato al veterinario para que le haga un examen médico y físico.
4. Boca
El mal aliento de los gatos no solo es desagradable, sino que también puede indicar un problema digestivo o renal oculto. Sin embargo, lo más común es que sugiera un crecimiento excesivo de microbios o placa en los dientes y las encías. Si no se trata, puede provocar enfermedades de las encías o los dientes y, en algunos casos extremos, problemas en los órganos.
Los dientes deben ser de color blanco o crema sin exceso de sarro, que se ve espeso y marrón. Las encías deben tener un color rosado saludable (o negro, según el color de la piel de tu gato) y no estar rojas, hinchadas o pálidas. Mantén la nariz alejada de cualquier mal aliento, babeo, falta de voluntad para comer, arañarse la boca y dejar caer la comida; todos estos pueden indicar que algo anda mal. Pídele a tu veterinario que cepille los dientes de tu felino cada vez que los veas. Lo ideal es que cepilles los dientes de tu gato dos veces al día con una pasta de dientes especial para gatos. Pregúntale a tu veterinario qué marca usar y cómo hacerlo.
5. Piel y pelaje
Dependiendo del color de tu gato, su piel será rosada o negra y no debería mostrar ningún indicio de costras, picazón, descamación, infección o hinchazón. Su pelaje debe ser grueso (aunque algunas razas tendrán capas más delgadas que otras) y brillante, sin pelos rotos, calvas, caspa o pulgas. Los gatos también pueden sufrir acné felino: puede ser tentador para ti o tu gato hurgarse en él, pero detente y habla con tu veterinario.
Tu felino perderá pelo durante todo el año. Sin embargo, es más habitual en verano y otoño. Las pulgas y garrapatas pueden ser un problema habitual en los gatos. Asegúrate de realizar un control de parásitos en tu gato y en el hogar.
6. Garras
Las garras de tu gato pueden ser negras o blancas y deben ser lisas. Si las uñas son ásperas o escamosas, es posible que debas acudir al veterinario. Para examinar las garras de tu gato, aprieta con cuidado las yemas de las patas para que las uñas emerjan por completo. No olvides revisar sus espolones, que se encuentran en la parte interna de la pata, justo encima de la pata. Algunos gatos domésticos los tienen solo en las patas delanteras, otros en las delanteras y traseras, ¡y algunos no tienen ninguno!
Si tienes un gato que vive al aire libre, debes lavarle las patas continuamente, especialmente en invierno, ya que el anticongelante puede ser peligroso para los gatos domésticos si lo pisan y luego lo ingieren mientras se acicalan.
7. Sed
Los felinos son criaturas creativas, por lo que encontrarán la manera de saciar su sed en algunas fuentes inusuales, como un grifo que gotea e incluso una piscina. Así que no te preocupes demasiado si por lo demás estás sano y el gato no parece beber mucha agua.
No obstante, tanto si tu gato es de interior como de exterior, asegúrate siempre de tener un plato a tu disposición. Si tu felino empieza de repente a beber más de lo habitual sin realizar actividades físicas adicionales, podría ser un signo de un problema clínico subyacente. En este caso, debes hablar con tu veterinario.
8. Digestión
Los felinos pueden ser muy selectivos con la comida, ya que estar enfermos les quita mucha energía, por lo que intentarán evitarlo a toda costa. Es relativamente normal que los felinos regurgiten comida o expulsen una bola de pelo periódicamente. Sin embargo, por lo general, no debería haber vómitos ni reticencias a comer.
Si tienes gatos a tu cuidado, presta atención a su hambre y también a lo que les das de comer, tanto tú como el resto de la familia. Si realizas algún cambio en la dieta, hazlo de forma progresiva durante 7 a 10 días. Durante este período, presta atención a cualquier cambio en las heces de tu felino. Deben ser de un color marrón normal, firmes y sin sangre ni mucosidad. Los cambios en la digestión de los alimentos pueden ser totalmente normales, pero también pueden ser un signo de parásitos intestinales u otros problemas. Nunca pienses que tu gato simplemente está inquieto; haz una visita al veterinario para asegurarte.
9. Respiración
Los gatos no respiran con la boca abierta como lo hacen los perros, por lo que cualquier indicador de jadeo o tos debe ser examinado por un veterinario inmediatamente.
10. Condición corporal
Cuando estés cuidando gatos, debes examinar periódicamente su estado físico. Cuando des la vuelta a tu felino, debes poder sentir y, según su tipo o longitud del pelaje, ver con bastante rapidez sus costillas, con solo una pequeña capa de grasa. También deberían tener una almohadilla de grasa suave en el vientre. Si tienes alguna inquietud, habla con tu veterinario de inmediato.
¡Si sigue esta lista, podrá vigilar de cerca a su gato para ver si tiene buena salud y asegurarse de que él (¡y usted!) puedan ser lo más felices posible!