Los gatos son rascadores habituales: rascan mientras juegan, rascan mientras se estiran, rascan como señal de amenaza a otros gatos cercanos o, en ocasiones, para marcar su territorio.
Las garras de los gatos también necesitan afilarse con regularidad. Es natural que rasquen las superficies para reemplazar la capa exterior desgastada de sus garras y exponer garras nuevas y más afiladas. ¡Todo este rascado puede provocar daños en los muebles, las cortinas y las alfombras!
Cómo lidiar con los hábitos de rascado de tu gato
La mejor táctica para lidiar con los arañazos de tu gato no es gritarle ni apartarlo físicamente de los muebles. En lugar de eso, debemos mostrarle dónde y qué rascar. Un método fantástico es proporcionarle superficies y objetos apropiados y atractivos para gatos para que rasque, como postes rascadores. Los siguientes pasos te guiarán para redirigir a tu gato hacia donde quieras que lo haga:
- Ofrécele a tu gato postes para rascar de distintas calidades y superficies. Prueba a darle postes hechos de cartón, alfombra, madera, sisal y tela. Algunos gatos prefieren postes horizontales, mientras que a otros les pueden gustar los verticales o inclinados. Una vez que hayas determinado la preferencia de tu gato para rascar, ofrécele postes adicionales de ese tipo en diferentes lugares de la casa. Recuerda que los gatos necesitan un poste resistente que no se mueva ni se colapse cuando se use. A la mayoría de los gatos también les encantan los postes lo suficientemente altos como para estirar el cuerpo adecuadamente.
- Colocar hierba gatera en los postes los alentará a colgar juguetes en ellos y colocarlos en áreas donde tenderán a saltar sobre ellos.
- Quita o cubre otros objetos que no te gusten para disuadirlos. Puedes intentar girar los altavoces hacia la pared, envolverlos en plástico, colocar cinta adhesiva de doble cara, papel de lija o una alfombra de vinilo al revés sobre cualquier mueble que a tu gato le guste rascar. ¡Esta funda para sofá y muebles de sisal Mat es perfecta para esto! También sería conveniente colocar postes rascadores junto a esos objetos como alternativas preferibles.
- Corta las uñas de tu gato periódicamente.
- Siempre que pilles a tu gato arañando objetos que preferirías que no hiciera, intenta sobresaltarlo suavemente dándole palmadas o incluso rociándole agua con una pequeña pistola de agua o una botella con pulverizador. Sin embargo, utiliza este procedimiento solo como último recurso, ya que tu gato puede empezar a asociar tu presencia con el suceso que lo sobresaltó y poco a poco empezar a desconfiar de ti.
Qué evitar
- No le enseñes a tu gato que las manos son juguetes. Debes desarrollar y enseñar a tu gato a evitar este tipo de comportamientos lo antes posible. Una vez que tu gato se acostumbre a tener tus manos como juguetes, esas pequeñas garras y dientes pronto se afilarán como cuchillas y tú llevarás las cicatrices. Debes dejarle claro desde el principio que cualquier mordedura te resulta dolorosa, aunque en esa etapa sea en gran medida manejable. Una vez que lo hayas hecho, puedes orientarlo hacia los juguetes adecuados.
- No sujete a su gato por el rascador ni lo fuerce a usar la garra. Este comportamiento puede asustarlo y hacer que evite el rascador por completo. Incluso podría aprender a evitarlo a usted también.
- No tires tu rascador favorito si ya no le gusta la vista. A los gatos les encantan los objetos destrozados y destrozados porque pueden clavar sus garras en la tela. Los rascadores usados también le resultarán atractivos a tu gato porque el olor y la apariencia le resultarán familiares.
Cualquiera que sea el truco que elijas, recuerda que como dueños de mascotas, siempre debemos observar el comportamiento de nuestro gato y aprender técnicas de manejo adecuadas para que ambos sean felices y saludables.