Las garrapatas son parásitos molestos que pueden afectar a tu gato y, si tu mascota se convierte en huésped, también pueden suponer un peligro para otras personas de tu hogar. Una sola picadura de garrapata no suele ser un problema para tu gato, pero en los gatitos, los gatos mayores y los gatos con muchas garrapatas, esta pérdida de sangre puede ser mucho más dañina y provocar anemia.
Las garrapatas también pueden transmitir enfermedades. Las infecciones bacterianas como la enfermedad de Lyme y Anaplasma pueden transmitirse a los gatos (¡e incluso a las personas!) si tienen la oportunidad de morder.
¿Cómo es una garrapata?
Las garrapatas son animales que chupan sangre y se alimentan de tu gato. Cuando se han enganchado, no tienen muchas ganas de irse. Se desprenderán del animal solo cuando hayan terminado de alimentarse, lo que puede llevar días; es posible que ya le hayan transmitido una infección. Las garrapatas se esconden enterrándose en su pelaje, así que sigue leyendo para saber qué debes tener en cuenta para poder buscarlas.
Las garrapatas adultas se parecen a las arañas con sus ocho patas. Las garrapatas pican a los gatos y se alimentan de su sangre. Por lo general, son diminutas cuando no están alimentadas, algunas del tamaño de la cabeza de un alfiler. El tamaño de una garrapata cambia cuando está llena de sangre y crece hasta aproximadamente media pulgada después de adherirse a un huésped.
Su color también cambia, lo que hace que sea más difícil identificarlas. Las garrapatas que no se alimentan tienen un color marrón con un tono marrón más oscuro alrededor de las piezas bucales, y las garrapatas que se llenan de sangre tienen una forma más redondeada y un color grisáceo.
¿Cómo se contagian las garrapatas los gatos?
Las garrapatas que se encuentran en la hierba y la vegetación se adhieren a los pelos de la piel cuando pasan rozando la zona. Cuando una garrapata se ha adherido, es hora de alimentarse. La garrapata hunde su boca en su nuevo huésped y se alimenta de su sangre. Permanece adherida y crece progresivamente hasta que termina de alimentarse después de unos días.
¿Cómo encontrar garrapatas en los gatos?
Aunque las picaduras de garrapatas pueden ser desagradables, es posible que tu gato no muestre ningún cambio notable en su comportamiento. Cuando un gato contrae una enfermedad causada por una garrapata infectada, es posible que no presente ningún signo visible de inmediato. Por eso es esencial examinar al gato con regularidad para detectar garrapatas, de modo que puedas detectarlas antes de que se vuelvan más problemáticas. A continuación, se ofrecen algunas sugerencias sobre cómo comprobar si tu gato tiene garrapatas:
1. Pasa tus dedos por el pelaje del gato.
Las garrapatas no son tan difíciles de encontrar como las pulgas: por lo general, cuando detectas una garrapata, ya se ha enganchado y se está alimentando, y cada día se hace más grande. Las garrapatas, especialmente las bien alimentadas, se sienten como bultos redondeados en la superficie de la piel. A veces, puedes encontrar una garrapata sin alimentarse vagando por el pelaje de tu mascota, tratando de encontrar un lugar para engancharse. Cepille a su gato con delicadeza, buscando bultos.
2. Mire en áreas oscuras y ocultas.
Las garrapatas suelen esconderse en largas capas, pero se alimentan en zonas donde es más fácil llegar a la piel, como el cuello, la cabeza, las orejas y las patas. También suelen alimentarse en lugares oscuros y ocultos del cuerpo del gato, por lo que conviene buscar entre los dedos de los pies, las ingles, las axilas y dentro de las orejas.
3. Distingue entre garrapatas y bultos en la piel.
A veces, los dueños confunden los bultos en la piel con garrapatas. Fíjate bien en las patas; puedes distinguir una garrapata por sus ocho patas.
4. Tómate tu tiempo con los gatos con pelaje más largo
Supongamos que tiene un felino de pelo largo; tómese un tiempo adicional para inspeccionar minuciosamente su pelaje. Los pequeños bultos que pueden indicar que hay una garrapata alimentándose pueden ser más difíciles de sentir con las capas de un pelaje grueso, así que asegúrese de llegar hasta la piel. Pase los dedos como si fueran los dientes de un peine para realizar una revisión minuciosa.
Las garrapatas no solo son dolorosas cuando pican, sino que también pueden transmitir enfermedades terribles. Aunque los felinos no se infectan con garrapatas tanto como los perros, estos parásitos chupadores de sangre pueden causar problemas desagradables. Por eso, aquí tienes un sencillo consejo para mantener a tu gato libre de garrapatas.
Si tu gato pasea al aire libre sin la protección adecuada contra los parásitos, puede regresar con una molesta garrapata. Este desagradable chupasangre se pegará a tu gato y se alimentará de su sangre durante varios días, posiblemente transmitiéndole una enfermedad con la que pueda estar contaminado. Por eso es necesario mantener a todas tus mascotas protegidas con medidas preventivas.
El uso regular de un producto práctico para prevenir las garrapatas en su gato puede mantenerlas alejadas, lo que minimiza la amenaza de que entren en el hogar. Los tratamientos contra garrapatas para felinos suelen estar disponibles en forma de tópicos, orales o collares. Es posible que desee continuar con los controles regulares para detectar garrapatas durante la primavera, el verano y el otoño, cuando las garrapatas son más comunes, especialmente si a su gato le gusta deambular por la hierba alta y las áreas boscosas.