Al igual que los seres humanos, los gatos revelan sus estados internos a través del lenguaje corporal. En esta guía, compartimos cómo distinguir entre un felino que tiene miedo, ansiedad o enojo y uno que es amigable y cómodo. También compartiremos algunas historias que lo ayudarán a comprender algunos rasgos corporales felinos habituales.
El primer paso para comprender el lenguaje corporal de un gato es reconocer el contexto.
Existen numerosas señales físicas que indican el estado de ánimo de un gato, pero su significado puede variar según el contexto. Por ejemplo, una de las señales más reconocibles de un gato feliz es una cola que está completamente levantada. A menudo, esta posición de la cola muestra que el gato se siente cómodo y abierto a la comunicación. Sin embargo, un asiento alto también puede indicar la determinación de atacar en circunstancias específicas, como por ejemplo para alejar a un gato extraño en su territorio.
Por lo tanto, la cola alta puede significar un gato confiado o potencialmente agresivo dependiendo de la situación.
Entonces, cuando se trata de decodificar el lenguaje corporal de un gato, el truco es observar no solo los signos físicos sino también las circunstancias en las que ocurren, que es la metodología que utilizaremos en esta guía.
¡Contexto, por favor!
Al considerar el contexto, es fundamental ver las cosas desde el punto de vista de tu gato. Las personas suelen acercarse a los felinos con buenas intenciones, reciben mordeduras o arañazos y culpan al minino por tener mal carácter. Lo que falta en esta conclusión es cómo pudo haber percibido el gato el movimiento.
Se deben tener en cuenta todos los estímulos sensoriales (imágenes, sonidos, olores) para determinar exactamente cómo se siente un gato. Hay que pensar constantemente si la situación le resulta segura al gato o si puede provocarle miedo o ansiedad. Si el gato te conoce a ti y a todas las demás personas que se encuentran en el entorno, es probable que se sienta más seguro y se sienta más a gusto.
También debes considerar que un espacio oscuro y confinado causa más estrés que una habitación abierta donde se puede ver lo que lo rodea, por lo que a los gatos generalmente les gusta rondar áreas altas y abiertas como encimeras o torres para gatos.
Al evaluar el estado de ánimo de un gato, considere primero el panorama general. Si no le brinda información, puede observar el estado de ánimo general del gato y combinar los elementos individuales para identificar lo que podría sentir.
Ahora que ya no estamos hablando de eso, veamos uno de los elementos más críticos del movimiento corporal de un gato: la postura del gato.
Posición del cuerpo: ¿abierta o cerrada?
Es útil recordar que los gatos evolucionaron como depredadores y presas. Cuando se encuentran en circunstancias peligrosas, se sienten como un objetivo y se asustan. Cuando están asustados, es probable que intenten proteger su cuerpo el mayor tiempo posible acurrucándose en una postura pequeña y menos expuesta.
Cuando un gato se estira, se expone voluntariamente, lo que demuestra que no se siente intimidado. Por otro lado, un gato con forma de bola no suele estar muy abierto a los avances desde el exterior. Un felino que se siente ansioso también puede agacharse y bajar hasta el suelo. Si se detiene y se queda paralizado al verte, puedes estar seguro de que no se siente muy cómodo.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre un gato que se estira por placer y un gato que se agranda como forma de defensa. Cuando un gato está asustado o enojado hasta el punto de pelear, generalmente se agrandará lo más que pueda de varias maneras diferentes. Un ejemplo clásico es cuando un felino levanta completamente su espalda y se inclina hacia un lado ante la amenaza: un gato con la espalda curvada te está diciendo que está aterrorizado.
Cuando el lomo de un gato está curvado, normalmente también se le eriza el pelo (el término para esto es piloerección). Un gato con esta forma puede estar dispuesto a mantenerse firme y luchar. La combinación de estas acciones hace que el gato parezca más grande y mucho más intimidante.
La orientación corporal también es fundamental. Los felinos indican sus intenciones y transmiten sus acciones posteriores colocando su cuerpo en la dirección en la que probablemente se dirigirán. Si se coloca de lado, puede significar que el gato se siente tímido y está considerando huir. Con una posición corporal de lado, el gato tiene la ventaja de salir corriendo rápidamente si se produce una persecución. Una posición agachada le permite saltar y comenzar a correr rápidamente, si siente la necesidad de hacerlo.
Si un gato apunta su cuerpo y su cabeza hacia ti, es posible que esté interesado en ti y receptivo a tus avances. Un gato que tiene la cara alejada de ti puede no siempre ser indiferente; sin embargo, bajar la guardia cuando estás cerca también puede significar permitir que lo toquen, así que ten en cuenta el contexto.
¡La trampa para gatos!
Recuerde que no hay ninguna señal o indicación que garantice su seguridad, por lo que la precaución suele ser la mejor estrategia a la hora de comunicarse con los gatos. Por ejemplo, es posible que se haya topado con un gato que se muestra boca abajo y piense que puede frotarle la barriga sin ningún problema. La barriga expuesta es una señal de comodidad y confianza, pero no siempre es una invitación a que le froten el estómago. Muchas personas han tocado la barriga de un gato y el dueño del gato se ha puesto nervioso de inmediato, con garras y dientes.
Puedes evitar esta “trampa para gatos” si aplicas cuidado y sensibilidad al contexto. Un gato que expone su barriga y se recuesta sobre su espalda muestra comodidad, confianza y seguridad. Sin embargo, también puede significar que el gato está listo para luchar contra un agresor, ya que esta posición permite el uso inmediato de las garras. Sé muy sensible cuando el estado de ánimo de un gato cambie en esta posición.
Cuanto más comprendas la personalidad de un gato, más podrás ver las cosas desde su punto de vista y el contexto de la situación. Reconocer las diferentes preferencias de los gatos puede ayudar a enriquecer tu relación con tu gato.
¿Y qué pasa con sus colas?
La posición de la cola de un felino es uno de los primeros lugares en los que se buscan indicios de su estado de ánimo. Como se mencionó anteriormente, una cola alta y erguida muestra que un gato se siente cómodo, satisfecho y confiado, y una cola baja sugiere que un gato se siente temeroso o nervioso.
Es conveniente tener en cuenta la forma de la cola de un gato y cómo se relaciona con el escenario general. Una cola alta e hinchada podría mostrar a un gato intentando hacerse más grande para intimidar a posibles enemigos. Un gato aterrorizado no podría simplemente mantener la cola hacia abajo, sino meterla entre sus patas; esto se hace para que sea lo más pequeño posible como objetivo de los agresores.
Otros movimientos de cola que puede realizar un gato son las vibraciones y el meneo de la cola. Esto puede parecer similar al movimiento de sacudida que hace la cola de un gato antes de rociar algo con orina. No obstante, el contexto lo es todo: si un felino te saluda con este gesto, significa que está emocionado de verte.
Cuando reciben atención y muchas caricias, los gatos pueden pasar de estar encantados a simplemente tolerantes y molestos. El movimiento de la cola, por otro lado, sugiere agitación o vigilancia. Algunos gatos mostrarán que no son receptivos chasqueando la cola. Sus movimientos corporales pueden dar una pista y, cuando el movimiento de la cola está de por medio, generalmente es momento de retirarse.
¡Oídos arriba!
La posición de las orejas es otro indicador del estado de ánimo de un gato. Las orejas normales y hacia adelante indican que el felino está cómodo, relajado o concentrado. Como siempre, es necesario conocer el contexto. Cuando las orejas de un gato están erguidas, se piensa que está tranquilo; en cambio, en algunos casos, la posición de las orejas altas y erguidas puede indicar que está listo para jugar y alerta. Un gato con las orejas hacia atrás suele ser un buen indicador de que se siente molesto o temeroso. Cuando un felino protege sus orejas aplanándolas hacia un lado, casi siempre se puede estar seguro de que tiene miedo; a esta posición a veces se la llama "orejas de avión".
Los ojos son las ventanas... del estado de ánimo.
La postura, la cola y las orejas de un gato probablemente te revelarán lo que necesitas saber, pero si aún no estás seguro, observa sus ojos. Cuando un gato depende de ti y se siente cómodo a tu lado, es posible que parpadee gradualmente. Un felino que parpadea lentamente suele ser un felino cómodo.
Las pupilas de un felino son otro gran indicador de lo relajado o estimulado que está un gato. Las pupilas pequeñas suelen indicar que un gato está cómodo. Cuando las pupilas de un gato están grandes y dilatadas, eso significa que está estimulado; las pupilas contraídas pueden significar agresión o tensión. La estimulación no es necesariamente positiva o negativa. Un gato que se siente juguetón y emocionado normalmente tendrá las pupilas dilatadas. Sin embargo, las pupilas dilatadas también pueden indicar ansiedad, miedo o enojo. Ten en cuenta el contexto para decidir.
Los famosos parpadeos lentos.
Los felinos parpadean lentamente para demostrar amor y afecto. Si un gato parpadea lentamente hacia ti, no se siente amenazado por tu presencia. Significa que confía en ti. Para crear un vínculo con un felino que parpadea lentamente hacia ti, puedes devolverle el gesto parpadeando lentamente hacia él. Esta es una forma fantástica de comunicarte con tus gatos.
Bigotes
Si ya entendiste todos los indicadores y aún quieres más detalles, mira los bigotes de un gato. En combinación con la postura corporal del gato, el lenguaje de la cola, las orejas y los ojos, los pelos no te dirán mucho, pero pueden darte una pista útil.
Los gatos asustados se acercan los bigotes a la cara. Esta actividad es otro ejemplo de la tendencia de un gato asustado a intentar hacerse más pequeño. Los gatos confiados, en cambio, podrían empujar sus bigotes hacia adelante.
Bono: vocalización y movimientos de trasero
Aunque no son "lenguaje corporal" en sí, los ruidos que hace un gato (sus vocalizaciones) son la forma más evidente que tiene un felino de informarte cómo se siente.
Cuando un gato quiere hacerte saber que se siente intimidado, puede realizar una serie de vocalizaciones, que gradualmente se vuelven más intensas a medida que aumenta su malestar:
- Primero viene el gruñido. Un felino gruñendo te está diciendo que te retires.
- El siguiente es el silbido. El silbido indica que un gato se siente amenazado y podría estar preparándose para luchar o huir. El silbido también es la forma que tiene un gato de decirle a una amenaza potencial que está equipado con colmillos afilados.
- El maullido suele seguir al silbido. Finalmente, un gato que maúlla siente que se ha quedado sin opciones y está a punto de luchar o de retirarse.
Por último, el divertido y adorable movimiento del trasero es siempre una acción previa al ataque. Es uno de los muchos lenguajes corporales felinos relacionados con el acecho de objetivos.
Ultimas palabras
Los gatos se han ganado la reputación de ser difíciles de predecir en Internet, generalmente en nombre de la risa, pero no es su culpa. Los gatos se comunican de manera diferente a las personas: con su postura, cola, orejas, ojos, bigotes y vocalizaciones, te dirán si se sienten bien o no. Si utilizas el contexto de toda la situación, intentas verla desde el punto de vista del gato, eres sensible y receptivo a cualquier cambio en el estado de ánimo del gato y buscas señales refinadas en el lenguaje corporal, tendrás buenas posibilidades de entender a tu amigo felino. La principal conclusión es que el lenguaje corporal de un gato siempre debe considerarse parte del todo.