En efecto, cualquier felino puede ser adecuado para familias con niños, dado su temperamento. No obstante, algunas características son ideales a la hora de elegir un gato para acoger cuando hay niños en casa. Para un hogar armonioso, busca gatos con estas cualidades:
- Bien mezclado
- Amigable
- Paciente
- Cómodo al ser manipulado
- Tolerante a ruidos fuertes y movimientos inesperados.
- No es demasiado nervioso, tímido ni hostil cuando no se le provoca.
Educar a su hijo (y a su gatito) sobre cómo interactuar entre sí es una tarea que requiere mucho tiempo y que puede resultar difícil en un castillo inflable con niños revoltosos y padres ocupados. Si bien la posibilidad de abrazar a un gatito puede ser irresistible, debe tener en cuenta que los niños pequeños, especialmente los menores de cinco años, pueden ser demasiado bruscos e impredecibles para los gatos. Sin saberlo, podrían lastimar al frágil gatito o hacer que se vuelva tímido en su edad adulta.
Debes encontrar un gato que se sienta cómodo con los niños. Los gatos adultos de entre 2 y 3 años son buenas opciones. Los niños mayores pueden llevarse bien con gatos de todas las edades, desde gatitos hasta gatos mayores. Puedes buscar gatos que sean aptos para niños y que se puedan adoptar utilizando sitios en línea como Petfinder, que pueden emparejarte con felinos disponibles en un santuario cerca de ti.
No olvide que la química individual es esencial para la elección de cualquier mascota. Asegúrese de visitar el santuario o centro de rescate con su familia y observe qué tan cómoda se siente la posible mascota con su hijo. También puede ser conveniente acoger a un gato antes de acogerlo por completo en su hogar.
Razas de gatos adecuadas para niños
Algunas razas de gatos tienen más probabilidades de tener personalidades amigables con los niños. Estas son algunas razas de gatos que son conocidas por ser tranquilas, tolerantes y excelentes con los niños de cualquier edad:
- Gato americano de pelo corto
- Birmano
- Gato británico de pelo corto
- birmano
- Gato exótico de pelo corto
- Perro Maine Coon
- de la isla de Man
- persa
- Muñeca de trapo
- siamés
- siberiano
Razas de gatos ideales para niños mayores
Estas razas de gatos tienden a ser más aventureras y activas, por lo que podrían ser más adecuadas para hogares con niños mayores:
- abisinio
- Bengala
- Perro rex de Cornualles
- Muñeco
- Esfinge
Razas que se deben evitar
Dependiendo de sus personalidades, estas razas tienden a ser más independientes y no tan tolerantes con los niños:
- Himalaya
- Azul ruso
- Angora turca
- Furgoneta turca
Además de las razas mencionadas, las razas mixtas y los gatos sin pedigrí también son mascotas fantásticas para hogares con niños si tienen la personalidad necesaria. ¡Así que no olvides buscar refugios y rescates locales en tu área!
Presentando un nuevo gato a los niños
Una vez que encuentre el gato perfecto para su hogar, usted tiene un papel crucial a la hora de ayudar a crear un vínculo efectivo entre su mascota y sus hijos. Cuando lleve al gato a casa por primera vez, elija un día en el que esté tranquilo y menos activo. Deje que el gato permanezca dentro de su jaula durante un par de horas en un espacio tranquilo, como el baño. Después, déjelo que deambule por un área cerrada de la casa durante aproximadamente un día. Cuando el gato haya establecido una sensación de seguridad en el nuevo espacio, ¡es hora de presentarlo de forma lenta y suave!
Dile a tus hijos que primero le den la mano al gato para que la huela; luego pueden empezar a acariciarlo suavemente. Si el gato lo tolera, puedes darle permiso a tu hijo para que lo cargue o decirle que se quede en el piso y lo coloque suavemente en su regazo.
Puede aumentar la frecuencia y la duración de estas interacciones al ritmo del gato hasta que este se sienta más cómodo estando cerca de su hijo. Debe seguir supervisando todas las interacciones entre sus hijos y gatos a medida que se establece el vínculo.
Algunas ideas para ayudar a que su gato y su hijo se relacionen
Con la orientación adecuada, los padres pueden fomentar un vínculo fuerte entre los niños y los gatos mediante actividades divertidas y seguras y tareas apropiadas para la edad que ayuden a transmitir un sentimiento de responsabilidad a su hijo. Debe inculcarle a sus hijos que no pueden ignorar a su mascota simplemente porque no están de humor para cuidarla.
Aquí hay algunas actividades para ayudar a tu gato y a tus hijos a desarrollar afecto mutuo:
Ponerle nombre al gato. Una vez que los miembros de tu familia hayan descubierto el nuevo y perfecto complemento, incluir a tu hijo en el proceso de ponerle nombre es una excelente manera de lograr que acepten mentalmente a su nuevo perro.
Ayuda a elegir comida, juguetes y ropa de cama. Puedes animar a tu hijo a que te ayude a elegir cosas para tu nuevo gato. Estará más emocionado de darle la bienvenida a tu gato y hará que se sienta bienvenido.
Ayuda a preparar y dar de comer. Los niños pequeños pueden ayudar a los padres a proporcionarles comida y agua. Sin embargo, nunca deben quedarse sin supervisión cerca de los cuencos de comida y agua de tu gato. Entre los 10 y los 13 años, se puede asignar a los niños la tarea de alimentar y dar de beber a un felino de manera rutinaria. Sin embargo, siempre es una excelente sugerencia controlar periódicamente que tu gato esté comiendo constantemente.
Limpieza y cuidado de la caja de arena. Esta actividad es mejor que la realicen niños mayores que sepan cómo hacerlo de forma segura y se aseguren de lavarse las manos después. De todos modos, aunque no es una obligación para los niños pequeños, debes animarlos a que te acompañen mientras lo haces para que tu hijo se familiarice con la tarea.
Ofrecer golosinas. Ofrecer golosinas poco comunes y seguras para gatos puede ser una forma positiva de reforzar el vínculo entre humanos y felinos.
Cepillado. No a todos los felinos les gusta que los peinen con frecuencia, pero a los niños se les puede enseñar a cepillar a su gato de manera suave y eficaz.
Juego. Programar quince minutos de juego para niños y gatos dos veces al día es una hermosa manera de enseñarles a los niños a interactuar socialmente con los gatos, promover el ejercicio y fomentar el vínculo.
Educar a los niños sobre cómo jugar adecuadamente con los gatos es esencial para evitar el riesgo de arañazos y ataques accidentales. Algunos juguetes aptos para gatos incluyen un juguete para gatos con varita de plumas y Un fuerte hecho con cajas de cartón. Evite jugar con cuerdas y cintas porque pueden resultar peligrosas si se ingieren.
Lectura. Los libros son excelentes para enseñarles a los niños sobre los gatos. Los niños más pequeños pueden disfrutar de los libros de cuentos sobre gatos, mientras que los mayores pueden aprender habilidades vitales, como cómo entrenar a un gatito o comprender las acciones de los felinos, como su "lenguaje de cola".
Visita al veterinario. Los controles anuales son una excelente oportunidad para que los niños aprendan más sobre lo que se necesita para mantener sano a un gato. También pueden ayudarlos a crecer como cuidadores. Pídale a su hijo que preste atención al comportamiento y bienestar de su gato en casa. Es posible que su hijo note los síntomas y signos antes que usted.
Niños y gatos: consejos útiles
Con una preparación, educación y orientación adecuadas, los niños y las mascotas pueden aprender a cuadrarse entre sí con bastante facilidad. Sin embargo, tanto los niños como los gatos pueden ser impredecibles a veces. Estas pautas serán útiles para garantizar que todos en su casa se mantengan sanos, felices y seguros.
A continuación, se muestra una lista práctica de lo que se debe y no se debe hacer que puede seguir para mantener seguros a los niños y a los gatos:
- Enséñeles a los niños que los felinos no son juguetes. Enséñeles a tratar a los gatos con cuidado y de forma adecuada para evitar arañazos o ataques accidentales.
- Inste a los niños a hablar en voz baja cerca de los gatos y a evitar gritar o chillar.
- Se debe advertir a los gatos sobre saltos, carreras y actividades bruscas, especialmente aquellas que tienden a sobresaltarlos o asustarlos.
- Advierta a los niños que a muchos felinos no les gusta que les den masajes en la panza ni que los sostengan en brazos durante demasiado tiempo. Recomiéndeles otras formas de demostrar su cariño, como rascarles la cabeza o jugar con ellos.
- Dile a los niños que abran y cierren las puertas con cuidado. Esto puede ayudar a evitar que los gatos se lastimen, queden encerrados o se escapen sin darse cuenta.
- Déles espacio a los gatos, una habitación tranquila o un "área segura" si necesitan un descanso de sus actividades. Las puertas para bebés pueden ser excelentes para esto.
- Muéstreles a los niños cómo interpretar el lenguaje corporal de los felinos para que sepan reconocer la postura corporal y los movimientos de la cola que indican miedo o enojo. Pero recuerde que, por lo general, se requiere la supervisión de un adulto para detectar estas acciones y detener la interacción antes de que se produzcan lesiones.
- Mantenga a su mascota sana y al día con sus vacunas para evitar la propagación de posibles enfermedades zoonóticas (enfermedades que pueden transmitirse entre humanos y animales). Su gato debe ser desparasitado con frecuencia y tratado con productos antipulgas y garrapatas aprobados por veterinarios. La prevención regular de las pulgas ayuda a evitar la propagación de la bartonelosis (fiebre por rasguño felino).
- Mantenga a los niños alejados de la arena para gatos (junto con cualquier tipo de caja de arena donde un gato pueda haber excretado) para evitar el contacto con microorganismos y parásitos como gusanos intestinales y toxoplasma gondii, el parásito que causa la toxoplasmosis.
- Dígale a su hijo que se lave las manos después del contacto con mascotas, de usar recipientes para comida o agua y de excrementos.
- No permita que los gatos duerman en una cuna o en la misma área que un bebé para evitar que se asfixien accidentalmente.
- Nunca permita que un niño cargue un felino a menos que pueda soportar el peso del gato usando ambas manos.
- Dile a los niños que no deben hacer juegos bruscos, luchar, acorralar ni molestar al gato. No golpearlo, agarrarlo, tirarle de la cola, las orejas, el pelo ni las patas. Si observas que tu hijo lastima al gato repetidamente, consulta con tu pediatra o con un psicólogo infantil.
- Evite jugar videojuegos con gatos en la zona porque pueden sentirse atraídos por las manos debido a los movimientos rápidos de los dedos. Recuerde que sus amigos peludos siguen siendo depredadores y esos dedos que se mueven con rapidez pueden parecer un objetivo amigable.
- No castigue físicamente a un gato por bufar, gruñir, atacar o arañar; un castigo empeorará las acciones. Un entrenamiento adecuado con un buen apoyo para evitar que el miedo o la agresión aumenten logra mucho más.
Al seguir estas medidas, no solo está protegiendo a su hijo y a su mascota; también está cultivando un vínculo para toda la vida y una relación feliz que les traerá a ambos años de felicidad.