Realice un control de salud en casa para controlar a su gato

Realizarle a su gato un examen de bienestar en el hogar mensual regular es una excelente manera de realizar un seguimiento de los cambios sutiles en la salud o las acciones de su felino.
Perform At-Home Health Check To Monitor Your Cat - KittyNook Cat Company

Realizarle a su gato un examen de bienestar en el hogar mensual regular es una excelente manera de realizar un seguimiento de los cambios sutiles en la salud o las acciones de su felino.

Aprender a realizar controles periódicos de la cabeza a la cola le ayudará a estar al tanto de la salud de su gato. Si revisa a su gato con regularidad, podrá controlar cómo se encuentra entre las visitas al veterinario con controles de la cabeza a la cola en la casa.

Como rutina, pasa las manos por todo el cuerpo de tu gato cuando se acurruque contigo o lo estés aseando. Esta es la mejor manera de detectar problemas antes de que se agraven. Llama a tu veterinario si encuentras algo que te preocupe.

Dedica tiempo a la piel de tu gato

Pase las manos por todo el cuerpo del gato con una presión suave. Si su gato reacciona con dolor en alguna zona o si observa bultos o protuberancias, llévelo al veterinario.

Mientras acaricia a su gato, palpe si tiene hinchazones, rasguños, costras o cualquier otra irregularidad. La caspa, la grasa o las anomalías en el pelaje pueden ser signos de problemas cutáneos o internos. Separe el pelo para buscar pulgas; las motas que parecen pimienta negra son, de hecho, "suciedad de pulgas" (heces de pulgas que contienen la sangre de su gato y se vuelven rojas cuando están húmedas). Tenga cuidado con los bultos, especialmente si aparecen después de una inyección.

El pelaje de tu gato debe estar completo y brillante. La piel no debe estar seca ni escamosa.

Si tu felino está limpio, redondea tu prueba con una buena sesión de aseo. El aseo es bueno para eliminar el pelo suelto, dispersar la grasa y estimular la circulación sanguínea. El aseo también ayuda a evitar las bolas de pelo, que los gatos expulsan después de tragarse el exceso de pelo al cepillarse a sí mismos o a otro gato de la casa.

Examina las orejas de tu gato

Los oídos deben estar limpios y completamente secos. Puedes limpiar con cuidado la cera del oído mojando un algodón en una mezcla de agua tibia y vinagre. Si ves secreción u olor en el canal auditivo, esto podría indicar una infección.

La parte sin pelo de las orejas de tu felino debe estar limpia y sin olor. Busca escamas, costras, mal olor o secreción. Si tu gato tiene problemas, puede que se rasque mucho la cabeza y se lastime las orejas. Una secreción marrón, parecida a posos de café o roja del oído puede ser un signo de ácaros del oído. Estos son chupasangres que provocan una picazón intensa y son contagiosos para otros gatos domésticos.

Espía a los ojos de tu gato

Los ojos deben estar claros y brillantes, sin secreción. El tercer párpado de tu gato puede aparecer parcialmente cuando está dormido. Sin embargo, no tiene por qué aparecer en todo momento. Las pupilas deben tener el mismo tamaño y responder a los cambios de luz. Busca ojos brillantes, claros y con la misma concentración. Si ves dolor, decoloración o secreción, entrecerrar los ojos o la aparición del tercer párpado, es posible que tu gato tenga un problema de salud que requiera que te pongas en contacto con tu veterinario.

Dedica tiempo a la boca de tu felino

Las encías sanas son de color rosa, claro o brillante; las encías rojas pueden significar que algo anda mal con tu gato. El babeo y el rasgueo de la boca también son motivo de preocupación. Las manchas marrones, así como la acumulación de sarro en los dientes, pueden sugerir una enfermedad dental. Si el aliento de tu gato huele tan mal que no soportas tenerlo cerca de ti, es posible que sea hora de que un veterinario le eche un vistazo.

Otros indicadores de una enfermedad bucal más avanzada son problemas para comer, babeo excesivo y llevarse la mano a la boca.

Entrometete con tu gato

La nariz de tu gato debe estar húmeda y limpia; no debe haber secreción ni sangrado. Según la actividad del gato y la temperatura que lo rodee, la nariz puede estar fría o caliente. Si tu gato se toca la nariz con la pata o estornuda con regularidad, o si ves mucosidad u otra secreción, comunícate con tu veterinario.

Echa un vistazo debajo de la cola de tu gato

Mire debajo de su cola. Si nota algo que parece espagueti o granos de arroz, está viendo signos de parásitos, algunos de los cuales podrían transmitirse a usted o a otras mascotas. Su veterinario puede ofrecerle medicamentos para liberar a su felino de estos huéspedes indeseables.

Concéntrese en las patas de su felino

A la mayoría de los felinos no les gusta que les toquen las patas. Si a tu gato no le molesta, intenta buscar arena para gatos pegada, garras rotas, cortes, hinchazones o infecciones. Asimismo, revisa las garras de tu gato de forma rutinaria para ver si es necesario cortarlas. Las uñas sin cortar pueden lastimarte sin querer, engancharse en las fibras de la alfombra y los muebles e incluso crecer hasta la pata.

Es necesario que cortes las uñas de tu gato periódicamente. Si tienes problemas para cortarle las uñas, pide ayuda a alguien o lleva a tu gato a la peluquería canina para que le corten las uñas. Este también es un buen momento para revisar las uñas de los pies o las lesiones en las almohadillas de las patas.

Comprueba la respiración de tu gato

La respiración de tu gato debe ser suave y fluida. La frecuencia respiratoria típica de un gato en reposo es de entre 20 y 30 respiraciones por minuto. Puedes medirla contando la respiración de tu gato durante 15 segundos y multiplicándola por cuatro. Las sibilancias y la tos son indicadores de posibles problemas importantes. La respiración rápida, dificultosa o con la boca abierta puede ser potencialmente mortal y requerir atención de emergencia.

Controle el peso de su gato

El peso de tu gato puede ser un gran indicador de su salud y bienestar, pero solo si lo controlas. La pérdida o el aumento progresivo de peso puede ser difícil de identificar en los gatos domésticos. Lo ideal es que compres una báscula digital asequible diseñada para bebés. Estas básculas procesan libras y onzas con precisión. También puedes pesarte en una báscula de baño normal y volver a pesarte mientras sostienes a tu gato. Si bien no es tan precisa como una báscula para bebés, te permitirá notar algunos cambios.

Comprueba la hidratación de tu gato

Pellizque suavemente la piel entre los omoplatos, formando una especie de tienda de campaña. La piel debe volver a su posición original prácticamente de inmediato. Otra forma de comprobar la hidratación es comprobar que las encías estén húmedas al tacto.

No se automedique

Nunca le ofrezca a su gato ningún medicamento sin la recomendación de su veterinario. Numerosos medicamentos para humanos, como la aspirina, el paracetamol (Tylenol), los medicamentos contra la gripe, los medicamentos contra el cáncer, las pastillas para adelgazar y los antidepresivos pueden intoxicar a su gato. Además, las vitaminas para humanos pueden ser tóxicas.

Sea inteligente con los libros

Todos los dueños deberían aprender a cuidar a sus gatos (pregunte a su veterinario para que le sugiera alguna sugerencia) que incluya una sección sobre tratamientos de emergencia. Si bien nunca debe intentar ser su veterinario, puede aprender algunos tratamientos de emergencia que podrían reducir los daños y mantener a su mascota relativamente cómoda durante el camino al veterinario. Ahora es el momento de informarse.

Prepare un botiquín de primeros auxilios para su mascota. Tenga siempre a mano un botiquín básico de primeros auxilios para mascotas, incluso cuando viaje con su felino. Si algo sale mal, agradecerá haberlo planeado, y también lo agradecerá su gato.

Conclusión

Al realizar este control mensual regular y controlar el comportamiento normal de su gato, podrá ver cualquier cambio de inmediato y asegurarse de que cualquier problema se solucione antes de que se vuelva grave.

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