En los últimos años, los animales de terapia se han vuelto cada vez más populares. La idea de recibir apoyo emocional de una mascota es cada vez más aceptada. Si bien los perros de terapia no son una novedad, los gatos de terapia están ganando popularidad. Descubra qué hacen los gatos de terapia y por qué son tan esenciales para las personas a las que ayudan.
¿Qué hace un gato de terapia?
Si bien los gatos no pueden certificarse para operaciones de rescate o funciones en servicio como los perros, brindan una compañía pacífica. Cualquiera que haya pasado una noche con un buen libro y un felino en su regazo conoce los beneficios serenos de tener una bola de pelo ronroneante cerca.
Un gato de terapia es cualquier gato entrenado para brindar asistencia mental, médica o física a humanos que la necesiten. Por lo general, se recurre a estas mascotas para brindar apoyo emocional y consuelo a personas con discapacidades o trastornos. Los gatos de terapia están entrenados para ser tolerantes y tranquilos durante los períodos de ansiedad o emergencias médicas de su compañero.
Los asilos de ancianos, las universidades y otros centros de tratamiento suelen emplear felinos terapéuticos para cuidar a niños, personas mayores o personas con discapacidades. Otros siguen las huellas dejadas por los gatos terapéuticos en entornos más públicos. Gatos pioneros como Xeli en el Aeropuerto Internacional de Denver, Stitches en la Terminal del Aeropuerto Internacional de Minneapolis-St. Paul y Duke Ellington en el Centro Médico UCSF en San Francisco muestran cuánta felicidad y relajación brindan los felinos.
¿Cuál es la diferencia entre un animal de terapia y un animal de apoyo emocional?
Las diferencias más importantes entre un gato de terapia y un gato de apoyo emocional son 1) el entrenamiento y 2) a quién ayuda la mascota. Un gato de terapia está entrenado para visitar lugares públicos y ayudar a diversas personas; un gato de apoyo emocional solo apoya a su dueño.
Las mascotas de terapia no tienen permisos especiales aparte de los de las mascotas normales. Por ejemplo, ninguna legislación le permite llevar a su animal de terapia a un restaurante, un complejo turístico o un entorno de trabajo con usted. Por lo tanto, si tiene un felino entrenado para recibir terapia, es conveniente programar visitas con anticipación en las instalaciones de la comunidad y obtener autorización para llevar a su mascota de terapia registrada.
Dependiendo de la condición del dueño, los gatos de apoyo emocional pueden ser admitidos en algunos lugares públicos en algunos estados. Si tienes un gato de apoyo emocional, es mejor consultar con las agencias gubernamentales locales para ver qué dicen las leyes en tu área.
Cuando se trata de animales de servicio que ayudan a una persona con una discapacidad, solo los perros (y algunos caballos miniatura en situaciones específicas) pueden hacerlo según la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA).
¿Pueden los gatos de terapia ayudar a sus compañeros?
El Instituto de Investigación del Vínculo Humano-Animal (HABRI) informa que el contacto con gatos tiene beneficios terapéuticos comparables a los del contacto con perros (menos los adorables besos húmedos). Algunos de los beneficios son los siguientes:
- Mejor salud del corazón;
- Reducción de los niveles de estrés y ansiedad;
- Un cuerpo y un sistema inmunológico más fuertes;
- Reducir los síntomas de estrés, ansiedad, depresión y otros problemas de humor y comportamiento;
- Menores sentimientos de soledad y mayor capacidad para desarrollar conexiones sociales.
Además, HABRI menciona que las personas que interactúan con animales se ríen más. La risa aumenta las sustancias químicas cerebrales que nos hacen sentir bien, como la dopamina, las endorfinas, la oxitocina y la serotonina.
¿Cómo puedo conseguir un gato de terapia?
Los gatos de terapia deben estar entrenados y certificados. Algunas organizaciones ayudan a preparar y certificar a los animales de terapia, como los gatos. Si desea tener un gato de terapia pero aún no tiene uno, puede adoptar un gatito de carácter apacible, ya que es más probable que se adapte al entrenamiento con mayor facilidad.
Es posible que se necesite una receta médica para un animal de apoyo emocional (ESA, por sus siglas en inglés) para garantizar que pueda alojar y llevar a su gato de terapia con usted. De lo contrario, es posible que a su gato de terapia solo se le permita brindar apoyo en las áreas donde trabaja.
Consulta la legislación y las normativas locales para asegurarte de que los felinos sean legalmente aceptables como animales de apoyo emocional o de terapia. De esta forma, puedes asegurarte de que estén protegidos por la Ley de Vivienda Justa, que te permite vivir con animales de apoyo emocional incluso en lugares donde no se admiten mascotas.